Ha sido un placer compartir con todos vosotros este Ciclo de Cine por los Derechos Humanos y la Justicia Global. Pensamos que a través de esta actividad, además de haber tenido la posibilidad de tomar conciencia sobre diferentes problemáticas que están teniendo lugar en países como Kenia, Argentina o Bolivia; también hemos contribuido a concebir el cine como un arma de transformación individual y social.
El cine nos enseña a mirar y de la mirada precisamente depende que seamos capaces de ver determinadas injusticias. El jardinero fiel, Elefante Blanco y También la lluvia, a pesar de ser películas que se construyen de un modo diferente, tienen en común que cuentan historias a través de personajes que inicialmente no están enteramente comprometidos con las situaciones de desigualdad y pobreza que les rodean. Estos personajes, sin embargo, acaban arriesgando su propia vida por unos ideales. ¿Por qué? Una de las razones, sin duda, es que acaban cambiando su modo de mirar al “otro”, lo que al final les convierte en uno de “ellos”.
En ese sentido, cambiar la mirada significa ver los problemas de otras sociedades también como nuestros. Porque cuando multinacionales farmaceúticas utilizan cobayas humanas en el continente africano y miramos hacia otro lado, estamos queriendo no ver que nuestros gobiernos son muchas veces los instigadores de ese tipo de prácticas. Al igual que cuando nos alarmamos de los procesos de privatización del agua en ciudades como Cochabamba, pero no nos preocupamos de lo que sucede al respecto en nuestro propio municipio. O cuando sufrimos viendo las condiciones en las que se vive en las villas de Buenos Aires, pero no hacemos nada por reclamar que se mejoren las condiciones vitales de los barrios más desfavorecidos de nuestra ciudad.
El cine nos interpela y cuestiona nuestro modo de entender la realidad y ese era uno de los objetivos de este ciclo. Esperamos humildemente haber contribuido a ello. Hemos de agradecer aquí que hayáis apoyado este Cinefórum con vuestra asistencia y vuestras aportaciones. Damos las gracias especialmente al Ayuntamiento de Valladolid por su apoyo económico y, por supuesto, a aquellos que participaron de las mesas redondas que organizamos al final de cada una de las proyecciones:
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Ernesto Pascual (miembro de la ONG Haren Alde y de la Coordinadora de ONGD de Castilla y León)
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Clara Santaolaya (directora y guionista de cine. Recientemente ha dirigido el cortometraje Nuestra Calle)
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Jorge Gómez (miembro de la Asociación ASDE y actualmente presidente del Consejo Local de la Juventud)
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Charo Chávez (concejal en el Ayuntamiento de Valladolid y portavoz del grupo municipal Sí Se Puede Valladolid)