Y como el año pasado, terminamos 2019 reflexionando en nuestro Cineforum sobre Derechos Humanos, en esta ocasión sobre cómo podemos construir un mundo en el que las mujeres no sientan miedo y no se vean sometidas sistemáticamente a situaciones de desigualdad.
Nuestro cineforum pretende ser, así, no sólo una actividad de ocio y tiempo libre, sino un espacio de participación ciudadana para dialogar, debatir y compartir impresiones sobre historias que nos enfrentan a las injusticias de nuestro tiempo y, sobre todo, que nos pueden inspirar para superarlas.
Hemos visto las consecuencias que tuvo la revolución islámica en Irán para una mujer como Marjane (Persépolis), que, a pesar de pertenecer a una familia acomodada, vió cómo sus libertades y capacidad de acción se vieron coartadas por un régimen que quería dictar, entre otras cosas, la manera de comportarse de las mujeres: cómo vestir, a qué fiestas asistir, cómo maquillarse, qué musica escuchar, cómo pensar, etc. Su vida en Europa no le fue mejor. Por el hecho de ser una mujer iraní, Marjane sufre el rechazo y la exclusión social.
Con Leïla (La fuente de las mujeres) descubrimos el poder que pueden tener las mujeres unidas a la hora de reclamar sus derechos y exigir que los hombres se hagan cargo de las obligaciones comunitarias. En su aldea era tradición que las mujeres tuviesen que ir al pozo para recoger agua, sin embargo, Leïla quiere que los hombres se corresponsabilicen de esta tarea y para ello inicia una «huelga de amor». Este gesto inicia toda una revolución que enfrenta a los hombres de su comunidad a reflexionar sobre el trato que deben dar a las mujeres.
Y si el amor puede ser el origen de una revolución, con Caye y Zulema (Princesas) nos enfrentamos al problema de cómo el negocio del sexo puede convertir en esclavas a las mujeres. Ambas sufren los abusos y el menosprecio de sus clientes, pero a pesar de ello, luchan por sus sueños y por una vida mejor en la que no tengan que mendigar por el afecto y el cariño de sus semejantes.
Por último, con Chihiro (El viaje de Chihiro) emprendemos un viaje fantástico en el que el comportamiento inocente de este personaje nos revela lo importante que es no olvidar quiénes somos para no embrutecernos. Una niña, aparentemente vulnerable, es capaz de restablecer el equilibrio entre el mundo de los dioses y el mundo de los humanos, ambos amenazados por la codicia y la falta de sensibilidad.
Desgraciadamente estamos habituados a una realidad en la que lo que culturalmente se asocia con lo masculino (la virilidad, la fuerza física, etc.) domina sobre los aspectos más femeninos de nuestra vida, es decir, todo aquello que tiene que ver con los cuidados. En este sentido, creemos que si queremos que se dejen de vulnerar de forma constante los Derechos Humanos a nivel global, en concreto, los de las mujeres, no es suficiente con reclamar igualdad salarial o igualar los permisos de maternidad y paternidad. Es necesario también adquirir una mirada que priorice unos valores sobre otros. Lo femenino no debe estar subyugado a lo masculino.
Asimismo, es fundamental incorporar a nuestra forma de vida, independientemente de que seamos hombres o mujeres, otro modo de pensar y de sentir el mundo, para evitar, así, cometer abusos y violaciones como si de una cosa normal se tratara. Ni la religión ni la tradición ni la prostitución deberían utilizarse como coartada para someter a la mitad de la humanidad a situaciones vejatorias.
Queremos agadecer el patrocinio del Ayuntamiento de Valladolid para la realización de esta actividad, así como la colaboración de la productora Mediapro, que nos cedió los derechos de la película Princesas gratuitamente. Del mismo modo, os damos las gracias a todos los asistentes a este ciclo de cine por vuestra participación, en especial a Clara Santaolaya (directora y guionista de cine), Ernesto Pascual (Coordinadora de ONGD de Castilla y León) y Rita Ruck (abogada especializada en Derechos Humanos en la Amazonía Peruana), que con sus aportaciones han enriquecido los coloquios posteriores a cada película. Esperamos sinceramente que hayáis disfrutado de este ciclo de cine. ¡Que tengáis una buena salida de año y un FELIZ 2020!