¿Cómo sería vivir en el bosque? Quizá sería mejor de lo que nos imaginamos: se podría jugar sin límites, bailar sin ningún tipo de vergüenza, cantar sin molestar a los vecinos y aparentemente no hay reglas. Sin embargo, los problemas de vivir en la naturaleza es que no existen tantas comodidades como en una urbe: no hay cubiertos, ni duchas y el agua, a veces, ¡tiene tropezones!
A pesar de ello, nuestros intrépidos aventureros han sido capaces de superar todos los obstáculos que se les han presentado. Cada día están más integrados en la vida del bosque de Sherwood y muy pronto tendrán que enfrentarse a otro tipo de peligros.